miércoles, 4 de diciembre de 2013

Ha salido mi libro "LONDRES, CIUDAD DISFRAZADA. La arquitectura en la formación del carácter de la capital británica" Se incluye texto de contraportada, Introducción e ïndice.

Lo ha publicado ABADA Editores, Madrid.

La contraportada dice:

Las ciudades, mediante la arquitectura, se disfrazan, buscando un determinado carácter que el poder desea o que los arquitectos propician. Y, a menudo, fingiendo una historia que en realidad no tienen. Londres no sólo es la metrópoli principal de Europa, cabeza de una importante nación y de un imperio, sino que, además, nunca tuvo una ordenación muy planificada ni geométrica, como producto que fue de la yuxtaposición en el tiempo de diversas poblaciones. Por todas estas cosas, el papel de la arquitectura fue en Londres especialmente acusado en relación a la formación de un carácter propio que el plano de la ciudad no daba del todo.

El libro recorre la historia de la arquitectura de la capital británica, del siglo XVII al XX, analizando los tres caracteres, ideales o disfraces que produjo: el ideal clásico, el romántico y el moderno. De este modo, supone tanto una interpretación de la historia de la arquitectura londinense como una interesante guía de la arquitectura de la ciudad.


Londres, ciudad disfrazada. La arquitectura en la formación del carácter de la capital británica.
Antón Capitel
Abada Editores, Madrid.
2013


INTRODUCCIÓN

La arquitectura, como conversión en arte de una necesidad humana, la construcción del cobijo, ofreció a las instituciones y a las sociedades la facultad de poder ser convenientemente representadas. Esto es, de quedar
representadas mediante sus imágenes de acuerdo con sus deseos y dentro de las posibilidades figurativas que la libertad y la arbitrariedad de la arquitectura podían ofrecer.

Pues la arquitectura es capaz de servir un determinado «carácter», explícito en la tradición de las instituciones urbanas, ya que fue en las ciudades donde la arquitectura se desarrolló y donde pudo realizar así este papel representativo. Iglesias, palacios y otros edificios diversos del poder y de la sociedad utilizaron esa capacidad de la arquitectura para significarse a sí misma y para caracterizar la ciudad. Para hacer de la ciudad un acto de representación, un acto figurativo y simbólico.

Mediante la arquitectura, pues, las ciudades se disfrazaron. Se disfrazaron de lo que quisieron: se vistieron con el carácter al que aspiraban y que podían alcanzar, y pudieron fingir con él, además, y muy frecuentemente, una historia inventada, un pasado que en realidad no había existido nunca.

Londres, capital del Reino Unido, es una gran ciudad donde la arquitectura, entendida como una institución intelectual y artística en los términos descritos, ha tenido un desarrollo muy alto y muy dilatado. Al
haberse convertido esta población en la capital de una importante nación, y hasta de un poderoso imperio, utilizó la arquitectura de modo muy intenso para conseguir representarse convenientemente. Esto es, a la altura de lo que quería ser, de lo que consideraba su propio valor.

Pero, además, la ciudad de Londres fue, como es sabido, el producto de la unión paulatina de muy diversas poblaciones, y aunque con el tiempo fue cada vez más planificada, nunca tuvo, a pesar de su gran
tamaño, una estructura geométrica, un gran trazado que pretendiera unificarla, ni siquiera en un modo parcial. Con el río como único rasgo principal de su gran estructura urbana, y con los grandes y pequeños parques como contenido más específico y singular de ella, la gran capital británica debió acudir a la arquitectura como instrumento único
del orden y de la calidad de su imagen. Sin el orden que la ciudad no daba, la arquitectura tuvo que servirlo, obligadamente y con especial intensidad.

Londres, entendida como acto de representación –como voluntario disfraz–, tuvo, pues, esta doble necesidad. De un lado, y más primariamente, obtener el orden que la propia ciudad no podía ofrecer debido al modo en que ésta se producía, abusando de la espontaneidad, a la que se tuvo como principal paradigma, y despreciando así toda geometría, toda sistemática de trazado que no fuera de pequeñísima escala, de condición particular. De otro, lograr la representación propia del poder; esto es, de la muy articulada y establecida sociedad británica. Londres tenía que representar a la sociedad, pero orgánicamente hablando: tenía que representar principalmente a la Corona, como
también a la Iglesia, y a todas aquellas instituciones de las que la realeza se rodeaba y con las que se completaba.

Por eso Londres se disfrazó, y, a entender de quien escribe, con calidad y éxito extraordinarios, aunque no siempre el disfraz fuera el mismo, y a lo largo de un tiempo dilatado aparecieran distintos caracteres en lucha por imponerse. Caracteres que, a la postre, hicieron de la ciudad un lugar mixto y no coherente desde el punto de vista formal.

Este libro quiere relatar algo de la historia y mucho de las características de estos disfraces arquitectónicos, y no tanto –o no sólo– en relación con el éxito que obtuvieron en la representación real de la ciudad, sino, sobre todo, en lo que tenían de altamente intencionado para conducir la configuración de algunas de las mejores arquitecturas británicas al haber ocupado la conciencia de promotores y arquitectos.

No es, pues, éste, un libro sistemático acerca de Londres, ni es tampoco un escrito que se proponga elogiar de continuo esta magnífica ciudad. Quien busque estas dos cosas, o alguna de ellas, debería acudir a estudios de otro tipo, como fue el del conocido libro del profesor Rasmunssen. Quien esto escribe admira con intensidad a la gran capital británica, como este libro prueba sobradamente, y en la observación de la misma y en el estudio de su cultura arquitectónica ha gastado muchas horas de gozosa atención.

Pero no aspira ni a establecer mitificación alguna ni a lograr descripciones de carácter, digamos, «científico». Tan sólo a realizar una interpretación que se pretende interesante y lúcida para el objetivo de entender mejor –de entender algo más– la admiración y la intriga con que la ciudad se nos ofrece cuando la visitamos, o cuando vivimos en ella


INDICE

primera parte.
El IDEAL CLÁSICO

1.Inigo Jones, el fundador del disfraz clásico de Londres
1,1.
1.2. Queen´s House en Greenwich.
1,3. La Banqueting House en Whitehall.
1.4. St Paul en Covent Garden.
1.5. El proyecto del Whitehall Palace.
1.6.

2. Christopher Wren y la consolidación del clasicismo
2.1.
2.2. Las nuevas iglesias parroquiales de Londres.
2.3. La construcción del nuevo St Paul.
2,4.

3. Nicholas Hawksmoor, el más cualificado proyectista del ideal clásico londinense
3.1.
3.2. Algunas observaciones sobre los palacios barrocos de Vanbrugh y Hawksmoor fuera de Londres.
3.3. Las iglesias londinenses de Hawksmoor. St Alphege.
3.4.
3.5. Christ Church.
3.6. St George Bloomsbury.
3.7. St Mary Woolnoth.

4. La continuidad del Londres clásico. Barroco y neo-palladiano
4.1. El barroco. Gibbs y Archer.
4.2. El neopalladianismo.

5. Las casas georgianas y sus efectos urbanos
5.1. John Wood en Bath.
5,2. Las casas verticales.
5.3. Las casas verticales como composición urbana.

6. John Nash y John Soane, los últimos arquitectos del ideal clásico
6.1.
6.2. La reforma de Londres. John Nash.
6.3. La arquitectura de John Soane.


segunda parte.
LOS DIFRACES ROMÁNTICOS

7. El gótico como «estilo nacional»
7.1. Las casas del Parlamento. El inicio de un nuevo ideal.
7.2. Supersticiones góticas en el Museo Universitario de Oxford.
7.3. El goticismo londinense.

8. Otros disfraces románticos
8.1.
8.2. La arquitectura victoriana.
8.3. Los Edwardian Styles.
8.4. Las ciudades jardín.

9. El clasicismo tardío
9.1. Un Londres norteamericano.
9.2. El reinado de Edwin Lutyens.



tercera parte.
LOS IDEALES MODERNOS

10. El ideal moderno primitivo, 1. Charles Holden
10.1.
10.2. Las estaciones del metro. El primer Londres Moderno propuesto por Holden.
10.3. Un Londres neoyorkino.

11. El ideal moderno primitivo, 2. Moderados y radicales
11.1. Moderados.
11.2. Gordon Jeeves y el Dolphin Square. De nuevo y de otra manera, un Londres norteamericano.
11.3.
11.4. Las arquitecturas radicales o vanguardistas.

12. El ideal moderno primitivo, 3. Giles Gilbert Scott

13. El ideal moderno tardío,1. De las obras de McMorran al Royal Festival Hall
13.1.
13.2. La reconstrucción de la Catedral de Coventry.
13.3. Leslie Martin y el Royal Albert Hall.

14. El ideal moderno tardío, 2. Hacia una arquitectura radical
14.1.
14.2.
14.3. La arquitectura de Denys Lasdun.
14.4. Allison y Peter Smithson.
14.5.
14.6. La obra de Stirling y Gowan.
14.7.

15. La ciudad como arquitectura
15.1. Reformas reales y virtuales en el siglo XIX.
15.2. El Siglo XX. 1. La obsesión acerca del entorno de la catedral de San Pablo.
15.3. Siglo XX. 2. La reforma imposible: Southbank in Southwark.
15.4. Siglo XX. 3. Las reformas urbanas proyectadas por Leslie Martin.

Coda
Bibliografía

7 comentarios:

  1. Celebro tu nuevo libro, que leeré como los anteriores, siguiendo aquella entrada de 2011 “¡Léanme, por favor!”
    En el libro de “Las formas ilusorias…”, si no me equivoco, ya iniciabas este interesante tema, así que celebro que lo hayas podido desarrollar.
    Daniel García-Escudero
    Dr. Arquitecto y profesor de la ETSAB

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    1. Gracias.
      Me alegra mucho que lo vayas a leer.
      Un abrazo,

      Antón Capitel

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  2. Qué curioso, el otro día vi ese libro en La Central de Callao y le hice una foto a la portada como posible regalo de navidades que pedir a algún familiar, porque tengo fascinación con Londres. ¡Pero no me había fijado en su autor! jajaja qué manera tan divertida de enterarme de que el autor eres tú. Ahora me lo leo seguro.

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  3. En el libro se dedica un amplio espacio a Hawksmoor. ¿Conoce el papel central que en el comic de Allan Moore "From Hell" se da a este arquitecto y especialmente a Christ Church ?

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  4. Buenas tardes, soy una alumna de la escuela de arquitectura de Sevilla, y hoy, en nuestra segunda clase de "Historia, teoría y composición arquitectónica III" nos han pedido que hagamos un trabajo suyo que englobe por una parte, las obras sobre las que ha intervenido y por otra, la aportación teórica de las mismas. Acabo de descubrir su blog y creo que me será de gran ayuda, pero también me gustaría preguntarle si hay alguna posibilidad de que me mandara alguna información que pudiera ser de utilidad para dicho trabajo. Muchísimas gracias con antelación. Un saludo.

    María.

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    1. Dime que te hace falta, o, mejor aún, dame tu mail, para poder hablar de forma independiente a este blog.
      Antón Capitel

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  5. Hola,

    Me apunto el libro. El índice es totalmente atrayente, y sin duda interesante. Estas navidades fui a Londres, y a mí que me apasiona la arquitectura, puedo decir que me lo pasé genial, aunque me faltaron muchas cosas por ver.

    Saludos,

    Isaac, alumno de Historia del Arte, UV.

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