No se cruce usted con ellos, amigo lector, tenga mucho cuidado. Éstos son, nada menos, que los jueces del primer caso Garzón, el que prefirió castigar al juez en vez de darle la razón en sus procedimientos para poder perseguir a los delincuentes del caso Gurtel, conchabados con determinados políticos, como es bien sabido. Esto es, con el pretexto de defender los derechos de los reos (cuestión muy progresista, naturalmente) empezar las maniobras conducentes a que no se castigue la corrupción. Es decir, el latrocinio. "Se están santificando las reglas de un juego repugnante: el de la utilización de los principios del Estado de derecho para blindar hasta el infinito la cobertura legal de la delincuencia organizada de altos vuelos". Esto no lo digo yo, sino Mercedes Gallizo Llamas, ("El País", 10-02-12, pág. 13), hasta hace bien poco Directora General de Instituciones Penitenciarias (claro es, no con el actual partido gobernante). Ya no nos hace falta ni la Mafia italiana ni la rusa; estamos creando, y va muy avanzada, una delincuencia organizada española, castiza, bien propia y bien pooderosa. ¿No se lo cree usted, amigo lector? Pues, al tiempo, ya verá ud. como éste me da la razón, aunque no sea, desde luego, mi gusto.
Pero, bueno, lo dicho, cuídese de estos sujetos:
Joaquín Jiménez García (presidente del llamado tribunal)
Andrés Martínez Arrieta
Miguel Colmenero Menéndez de Luarca (ponente de la llamada sentencia)
Francisco Monterde Ferrer
Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre
Luciano Varela Castro (que fue el instructor del siguiente proceso, el del franquismo)
Manuel Marchena Gómez
Lo mejor es que vea en "El País" (10-02-12) los caretos de estos simpáticos sujetos, pues no tienen desperdicio. Y, casi mejor, recorte ud. la foto. Para poder identificarlos enseguida y salir corriendo.
sábado, 11 de febrero de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario